29/12/09

Manifiesto (para ti...)

La lluvia es ajena al dolor de mi alma congelado por el frío. Tan solo se preocupa por encontrar su ángulo perfecto de ataque a la superficie bajo las ordenes del viento.
Los árboles, desnudos,esperan que pase el frío para vestirse de gala y volver a la danza melancólica, a veces furiosa y siempre bella que mantienen todos ellos al son de voces lejanas.
Mientras, numerosas estructuras antinaturales, lloran a través de conductos metálicos directamente hasta el subsuelo. Saben que muy a su pesar, les queda otro año menos de vida, que no podrán mantener por demasiado tiempo la guerra que yo y tres más les obligamos a comenzar un día contra la tierra.
Pero a mi todo esto no me afecta, tan solo el recuerdo me abruma, únicamente la aparente impotencia me saca de mi letargo, me obliga a seguir adelante, a plantarle cara, a no rendirme ante nada y ante nadie. A buscar lo que quiero y luchar por ello, y si hay que caersé ya habrá tiempo de levantarse.Y si hay que llorar, me servire de las antiguas vestiduras desechadas por la madre para secármelas. Y si he de gritar de rabia y de desaliento lo haré con la complicidad del viento, para que lleve mi llamada de socorro a todos los rincones no corruptos de este mundo. Y si algún día he de rendirme al fin y al cabo, todas las plantas, árboles, animales, rocas vientos y sueños sabrán que la única alternativa era la muerte.