Con la soledad llega el silencio,
con el silencio llega la calma
y con la calma el pensamiento.
Este, bastardo, insensible y ageno
tarde o temprano
siempre me lleva a tu recuerdo.
Me restriega tu mirada.
Y me pierdo en los mares infinitos
que hay dentro de tus ojos.
Sumergido en un letargo
de palabras, caricias y besos
de sonrisas, escalofríos y curvas
de risas, conciencia y miradas...
luego,
con el ruido se va la calma
con la compañía, la soledad
y con la soledad tu recuerdo.
Pero yo me quedo atrapado
para siempre
en un mundo irreal
de locuras de terciopelo
de amores sin terceros
sin segundos ni primeros
de palabras, caricias y besos
de sonrisas, escalofríos y curvas
de risas, conciencia y miradas.
Todas vagando caoticamente en mi cabeza
causando destrozos a diestro y siniestro
haciéndome parecer un loco
vagabundo de sentimientos.