El momento se partió en dos cuando las dos partes de mi cabeza se juntaron en congreso.
La votación fue reñida el resultado unánime y desgarrador.
Desterrada hasta el olvido. Pero todo el mundo sabe que el cerebro no olvida no tan facilmente.
La esperanza salíó desecha,sin rumbo fijo, sin destino aparente obligada a dejar la casa donde había vivido tanto tiempo. Pero siempre con la esperanza de poder volver algún día.