Somos muñecos de papel
que se empeñan en jugar con fuego,
hicimos historia del ayer
y ya nos creemos reyes de este juego.
Y de repente
cualquier día
sin aviso de antemano
viene el viento
y se nos lleva.
Vida frágil
no te alejes
dejame vivirte mientras pueda,
en este mundo
de individualismo y soledad
es tu dulce abrigo
lo único que me queda.
Me aferraré a ti
con fuerza, determinación y sufrimiento.
Y mientras de entre los dedos, te escabulles, te me alejas, me maltratas.
Todo a pesar de que ayer el hombre del tiempo no dio tormenta.