Gazapo de retruecanos

Ya más no se lo que quiero.

A ratos verte más
que un bebé a su madre quiero

a ratos olvidarte quiero
 más que un condenado a su verdugo

A ratos te quiero mucho,
mucho más que la trucha al trucho.

y a ratos odiarte quiero,
 pero por mas que lo intento no puedo.

cuando vuelven a ratos a mi tus ojos
ya no me importa lo demás

y cuando entre largas ausencias
en compañia de dudosas presencias
 vislumbro tus sonrisas

vuelven mis tembleques almáreos
mis bombeos irregulares
y mis rebosantes inseguridades.

Ya más no sé lo que quiero.

Y la culpa la tienes tu de ello.

Sé que te sueño, pero no debo

Sé que te deseo, pero no puedo.
Sé que te extraño si no te veo
se que te beso pero en mis sueños

sé que te quiero, pero no quiero
sé que no quiero, pero te quiero
ya no sé más lo que quiero.

Compañeros de lucha

Se me pegó el afán de un mundo nuevo
es fácil, solo tienes que soñar despierto.

Me contagiaron sus ganas de luchar
es fácil cuando ves que no se dejan pisotear

Quise cambiarlo todo y a todxs
quise gritarle al cielo que todo era posible
que conseguiríamos ser buenos
aunque me llevara algún que otro lamento.

Disfrute con la vida
se me encendió el corazón
mi alma cobró vida
al luchar por un verdadero valor
la determinación es imparable
cuando a uno le acompaña la razón.

Quise entonces y ahora quiero
solo necesito una pequeña chispa
que encienda el fuego de nuevo
solo necesito una mirada
que me diga...
Yo voy contigo hasta el final, compañero.

horizonte por bandera

Carga la saca,
mujer mía
y vamos a ver mundo.
Ponte la mochila
yo llevo la tienda
ponte las botas
yo llevo las prendas.

No nos hace falta más:
el horizonte, tu y yo.

Melocotón en almíbar

Me engañan las palabras que escribo

 me llevan por el mal camino.

Se me cambian las teclas entre los dedos

y solo escriben lo mucho que te aprecio

Trabaja la mente en mi contra
me desplaza a la vereda de lo insano

yo quiero hablar de la tierra

pero tengo cataratas en el cerebro
Yo quiero hablar de la vida
pero sintigo no tiene sentido la mía.

Qué más puedo decir, 

qué menos.

Algún tendré que tirarme al vacío

no hay protección posible para la caída

pero cuanto antes caiga antes me levanto.

Al final

No hay más ni menos.

Mermelada de manzana

Camino con una espina clavada

susurro al viento que no traiga tu olor

evito los lugares concurridos

y me voy siempre al último vagón.

Elimino las fibras con sus ópticas

acelero al doblar la calle mayor

pero es que tu mirada ilumina

y me encuentra en medio del clamor.

El castillo de naipes se viene abajo

y no cubre de la lluvia que vendrá

ni siquiera un día soleado

barro en mis pies al caminar

No se puede luchar contra lo absurdo

no puedes pelear contra el azar

nos puede separar un mundo entero

que todos los ríos al final
van a morir al mar.

Biciclista donde vas

Gonzalo se levantó llorando, con las palmas ensangrentadas y las rodillas peladas. Su padre llegó rápidamente donde el para darle consuelo y calmarle.
-No pienso coger la bici nunca más... es una pérdida de tiempo, nunca voy a aprender y no hago más que caerme. Además me duele mucho.
Su padre le llevó hasta la fuente del parque y le lavó las heridas a pesar de los gritos y lloros de dolor de Gonzalo, y cuando ya un poco más calmado y menos dolorido Gonzalo dejo de llorar su padre le dijo.
- Gonzalo, a todos nos ha pasado lo mismo, yo mismo me he caído muchas veces con la bici cuando era pequeño, pero vuelves a montar y cuando aprendes... que aprenderás, te lo aseguro, lo pasas genial.  En la vida te caerás mil veces, y mil veces te tendrás que levantar, no solo con la bici, sino con todo. Solo aprendemos cuando nos hemos tropezado antes, por eso tropezarse no es malo, porque te ayuda a aprender.
- Yo no entiendo porqué nos tenemos que caer tantas veces, lo mejor sería no caerse para no hacerse daño...  contestó un poco contrariado.
- Ya lo entenderás hijo. De momento, te aseguro que la próxima vez con la bici lo harás mejor y no girarás tan rápido el manillar en la curva, que es lo que te ha pasado ahora eh.
- Bueno, ya veremos.

Fresca hierba fresca.

El contrachapado de alambrada

que me separaba de tu ser

me hizo volver a las andadas

deseando ver amanecer.

Cuando ya no quedan maniobras

sino un cuentagotas de papel

dejo que mi alma vague libre

sueño que soy batalla sin cuartel.

Un segundo fue lo que duraba

un segundo fue lo que sentí

me pisaba todo lo labrado

y la lluvia apelmazó le que deje.

En cuarto menguante pintan bastos

cuando hay luna llena, sin dormir

lobos que aullan en mi cabeza

y no dejan al hombre salir.

Las cuentas pendientes me persiguen

atacan de lleno el porvenir

corazones que sangran a raudales

contaminando todo lo que sentí.

Carapuchetes de lágrimas enredadas

piscas de pan a medio comer

ya ni los sabuesnos arrebañan

pisquitas de pan a medio morder.

Autopase

Fui fiel a mi mismo
 incluso a costa de mi
ahora nado a la deriva
y no sé donde ir.

La determinación que me alimenta
 llena mi maltrecho ser
y aunque a veces duele horrores
sigo prefiriendo ser antes que parecer.