10/2/14

Reencuentro

Le vi bajar del tren a toda velocidad. Justo cuando el tren iba a arrancar de nuevo.
Llevaba el abrigo a medio poner y en mitad de la segunda zancada ya había perdido su bufanda para siempre. Pero al final de su quinta zancada le dío un abrazo que casi les llevó al otro andén. Y le dijo sin palabras que no debía haberle dejado nunca.
Mientras tanto, el último vagón del tren en marcha salió de la estacíón dejándola desangelada hasta la próxima llegada, dentro de seis minutos de reloj.