21/5/14

noche larga, vida loca.

La angustia se arremolina en mi garganta con los vestigios de una vida canónica.
El amanecer se torna lejano, más allá del horizonte donde solo se ven pecados.
El sueño, manchado de grasa solo llega a borbotones que no quitan la sed.
Y con todo, tu recuerdo me machaca el alma una y otra y otra vez.

En esta noche aciaga, solo la almohada me entiende, solo el silencio me escucha, solo el sueño me elude y solo estoy frente a mi mente.