Cuando no me encuentro
me releo
me asombro ante mi ego
y me siento más viejo.
Me repite en el esófago
la circularidad de la vida
y me duele en el intestino
el tapón fecal del absurdo
en el que me escudo
para tapar mi mediocridad latente.
Cuando me releo
piso suelo.
Me anormalizo
pero me gusto
me reconozco
y me animo a seguir
siendo yo mismo
a veces consciente
a veces muy burro
y a veces muy burdo.
No soy poeta
ni tengo talento
Soy la necesidad
de plasmar en papel
el dolor que me desgarra por dentro.
Y en la soledad del anonimato de la megaesfera de internet me desfogo.
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